Título: Iyari
Tamaño: 166 x 255cms
Técnica: Óleo sobre lienzo
Descripción:
Los hombres y mujeres de la Madre Hikuri escuchan la voz de la tierra a través de la sagrada planta del hikuri o peyote. En sus atuendos se graba esa voz y entonces sus vestidos tradicionales narran la historia de su reexistencia, a través de la que sostienen la cultura propia ante la colonización permanente. El nido donde son cuidadas las manifestaciones de esta planta sagrada son sus rituales expresados en la medicina, los tejidos, los cantos, las peregrinaciones y las danzas tradicionales, de las cuales los y las mara`akames reúnen la expresión de un pueblo y su cultura.
Las mujeres tejedoras y bordadoras de la comunidad se unen también a la palabra de esa voz que les revela las visiones plasmadas en imágenes, diseños y colores del hikuri, y las prendas se recrean en los lienzos de algodón. El camino de los chamanes curanderos tradicionales es paralelo al de las tejedoras; juntos se adentran al camino del corazón que traza la planta sagrada irradiando todas las expresiones culturales, ceremoniales y espirituales del pueblo wixárika (huicholes).
Los wixáritari (plural) reconocen un mismo camino vivencial para quienes estudian las artes textiles y para quienes desean convertirse en chamanes. Ambos tipos de principiantes encuentran aliadas en las plantas sagradas, hikuri (peyote, Lophophora williamsii) y kieri (copa de oro, Solandra sp.), quienes guían su crecimiento espiritual. Las mujeres que aspiran a convertirse en tejedoras y bordadoras magistrales buscan también aliados animales, al igual que los aprendices chamánicos. Tres reptiles son los aliados más importantes de las jóvenes artistas: el lagarto cornudo, el monstruo de Gila y una boa. La tejedora iniciada cuenta las rayas sobre la piel de la serpiente, tal como cuenta los hilos para reproducir sus diseños en la tela. Durante cinco años la joven busca y hace ofrendas a su animal aliado para crear textiles hermosos, pero el pacto dura toda la vida. Artistas y chamanes desarrollan así su conocimiento, sus habilidades y su poder espiritual.
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Title: Iyari
Size: 166 x 255cms
Technique: Oil on canvas
Description:
The men and women of Mother Hikuri listen to the voice of the earth through the sacred hikuri or peyote plant. This voice is recorded in their clothing and their traditional clothes tell the story of their re-existence, through which they sustain their own culture in the face of permanent colonization. The nest where the manifestations of this sacred plant are cared for are their rituals expressed in medicine, weaving, songs, pilgrimages and traditional dances, from which the mara'akames gather the expression of a people and their culture.
The women weavers and embroiderers of the community also join the word of this voice that reveals to them the visions captured in images, designs and colors of the hikuri, and the garments are recreated on cotton canvases. The path of the traditional shaman healers is parallel to that of the weavers; Together they enter the path of the heart traced by the sacred plant, radiating all the cultural, ceremonial and spiritual expressions of the Wixárika (Huichol) people.
The Wixáritari (plural) recognize the same experiential path for those who study textile arts and for those who wish to become shamans. Both types of beginners find allies in the sacred plants, hikuri (peyote, Lophophora williamsii) and kieri (golden cup, Solandra sp.), who guide their spiritual growth. Women who aspire to become master weavers and embroiderers also seek animal allies, as do shamanic apprentices. Three reptiles are the most important allies of the young artists: the horned lizard, the Gila monster and a boa. The initiated weaver counts the stripes on the snake's skin, just as she counts the threads to reproduce her designs on the fabric. For five years the young woman searches for and makes offerings to her animal ally to create beautiful textiles, but the pact lasts a lifetime. Artists and shamans thus develop their knowledge, skills and spiritual power.